Ingredientes:
- 1 Solomillo de Cerdo Ibérico
- 12 Albaricoques maduros
- 150 g de champiñones
- 1/2 Cebolla
- 30 g Ron blanco o Coñac
- 50 g Leche desnatada
- 1 cucharadita Aceite de Coco
- 30 g Paté de Cerdo
- 30 g Mostaza de Dijon
- 3 lonchas largas de Jamón Serrano (unos 100 g)
- 1 lámina de Hojaldre rectangular
- 1 huevo
- 20 g de mantequilla
- 2 cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal y Pimienta
- 1/2 cucharadita Canela
- 1 cucharadita Miel
Elaboración:
- Pon en una sartén con fuego alto y un chorrito de aceite el Solomillo salpimentado a marcar. Cuando esté marcado por todos sus lados retirar de la sartén y reserva
- Corta la cebolla y los champiñones en dados y ponlos a pochar a fuego medio en la misma sartén donde has marcado la carne
- A los 5 m vierte el Ron y deja que se evapore el alcohol durante 1 m. Después vierte la leche y el Aceite de Coco y cocina durante 5 m más.
- Tritura la mezcla y reserva.
- Extiende en un papel sulfurizado (de los de horno) las lonchas de Jamón, una junto a otra y píntalas con mostaza.
- Reparte encima de la mostaza el pure de champiñones y cebolla
- Pincela el Solomillo con el paté.
- Pon encima el Solomillo marcado y enróllalo todo ayudándote del papel. Ciérralo por los extremos y mete en la nevera durante al menos 1 hora
- Pon en una cazuela los albaricoques deshuesados y cortados en dados con 2 cucharadas de agua, la canela y la miel. Cocínalo todo durante 10 m. Después cuela la mezcla ayudándote de un cacillo. Reserva la compota de albaricoque.
- Enciende el horno a 200ºC calor arriba y abajo.
- Saca el rollo del solomillo de la nevera. Extiende la lamina de hojaldre sobre un papel de horno y pon encima el rollo de solomillo envuelto en el jamón serrano. Envuelve y sella el hojaldre. Puedes decorar con tirar de hojaldre a tu gusto
- Bate un huevo y pincela el hojaldre por fuera.
- Hornea por 30 m y ya lo tienes. Sírvelo con la compota de albaricoque (habitualmente se hace con compota de manzana)
*Comentario de Toni: Parece ser que esta receta tiene su origen en Arthur Wellesley, primer duque de Wellington y, aunque no se puede afirmar al 100%, es en esas fechas en las que se data su origen para celebrar la victoria contra el ejército francés en España y posteriormente contra Napoleon en la batalla de Waterloo. De ahí que entre los ingredientes se encuentren muchos utilizados en la cocina francesa del momento. En cualquier caso, es un plato delicioso.